lunes, 5 de octubre de 2015

ESCUELA RURAL Y PROFESORES RURALES

Desde diferentes puntos de vista, la escuela rural tiene una importancia fundamental para el desarrollo. En esto coinciden expertos y autoridades educativas y las mismas comunidades campesinas. Sin embargo, las condiciones concretas en que los profesores rurales realizan día a día su tarea docente, se caracterizan por sus limitaciones y carencias.
Los profesores se sienten impotentes para superar por sí mismos los problemas que afectan a la escuela rural y a su propio desempeño. Las dificultades que deben enfrentar generan actitudes pesimistas, que, involuntariamente, contribuyen a una rutina educativa que produce limitados resultados pedagógicos.
Para superar los problemas es imprescindible adoptar un enfoque renovado. Una manera de ver y entender la enseñanza del niño campesino que se adapte a sus necesidades reales y que dé al profesorado las soluciones necesarias y factibles.
Para diseñar la orientación y el contenido que debe tener cualquier medida correctiva que se adopte, se requiere:
    1) Destacar y valorar la misión de la escuela rural, en el marco del sistema educativo nacional y las características sociales propias de cada realidad.
    2) Conocer las capacidades de los recursos humanos, técnicos y materiales efectivamente disponibles. Porque seguramente hay capacidades que actualmente no son desplegadas ni aprovechadas en todo lo que pueden rendir. El mejoramiento cualitativo de la escuela rural debe comenzar por el uso más eficiente de los recursos que ya se tienen.
    3) Revalorar las características y condiciones sociales y naturales del medio rural. En primer lugar, se deben destacar las posibilidades educativas que la sociedad y el entorno natural brindan, antes que los obstáculos y problemas que dificultan el cumplimiento de la programación escolar y el calendario.
En resumen, este nuevo enfoque ayudará a entender que una escuela que cumpla con su misión socioeducativa, sólo será posible mediante el desarrollo de sus propias potencialidades y el óptimo aprovechamiento de sus actuales recursos y posibilidades. Los cambios que demande serán factibles, además, sólo con el aporte comprometido y responsable de los profesores rurales.

La misión de la escuela rural

La escuela rural está llamada a promover, orientar y desarrollar las capacidades intelectuales, morales y técnicas de los niños campesinos. Debe prepararlos para encarar, entender y resolver los problemas concretos que, tanto en su comunidad de origen como cuando emigran a las ciudades, obstaculizan el mejoramiento de sus condiciones de vida.
En otras palabras, su importancia radica en el aporte efectivo que debe hacer a la formación de niños y jóvenes campesinos, para que éstos tomen parte activa y responsable en la vida social, económica y política de su comunidad, región y país. Para cumplir esta misión la escuela rural debe:
    a) Respetar y valorar la lengua, costumbres y particulares formas de conocer de los niños campesinos, incorporándolas en los contenidos y metodologías escolares. Lo cual exige dejar de considerarlas como expresiones de atraso que hay que desterrar. La experiencia escolar diaria formará en el respeto hacia la diversidad cultural, como una riqueza que hay que aprovechar y no como una expresión de subdesarrollo a eliminar.

    b) Respetar, valorar e incorporar las experiencias domésticas y productivas de los niños campesinos, en el desarrollo de los programas escolares. Estas experiencias deben ser aprovechadas como punto de partida para nuevos aprendizajes.
    Así, la educación escolar no significará una ruptura con las tradiciones sino, al contrario, una unidad integradora y superadora.

    c) Revalorar el entorno natural y las prácticas sociales, económicas y culturales de la comunidad rural local. Debe conocer y utilizar su potencial educativo, incorporándolo a los procesos de aprendizaje.
    El medio y la forma de vida de las familias campesinas serán apreciados en lo que tienen de positivo y aprovechados para desarrollar un conocimiento crítico de los alumnos sobre su propia realidad. Todo aprendizaje debe orientar hacia realizaciones concretas que contribuyan a mejorar las condiciones de vida.

    d) Utilizar, ampliar y desarrollar en la labor educativa, las experiencias y habilidades ya adquiridas por los niños en su familia y comunidad. Asimismo, se intentará que las actividades escolares puedan ser aprovechadas para solucionar problemas que se presenten en la vida diaria.
    La educación escolar, entonces, formará a los niños en la búsqueda de alternativas concretas frente a problemas igualmente concretos.

    e) Incorporar en el contenido y el método de la enseñanza, las relaciones existentes entre la sociedad local y su medio ambiente. Para cumplir con el programa escolar se elegirán ejemplos y actividades que promuevan actitudes respetuosas hacia la naturaleza, basadas en el conocimiento de la complementariedad vital entre los seres humanos y los recursos naturales.
    El medio ambiente y sus distintos elementos son el contexto de la vida humana, y la única posibilidad de bienestar y desarrollo de las familias campesinas de hoy y de mañana. La escuela rural deberá, entonces, formar en el conocimiento, protección y uso adecuado de estos recursos.
    La mejor forma de conocer los problemas del propio medio ambiente y la importancia que adquieren en la vida cotidiana de cada comunidad es ampliar el espacio educativo al entorno escolar. El profesor buscará oportunidades para explorar el entorno, valorar y comprender sus problemas, y mostrará las posibilidades de intervenir para solucionar los problemas que se detecten.

    f) Incentivar y orientar el trabajo colectivo, la responsabilidad social, la cooperación, la solidaridad y la satisfacción individual en el marco del desarrollo del grupo.
Para cumplir con estos objetivos será de gran utilidad incorporar las prácticas de cooperación y reciprocidad existentes en las propias comunidades y en las que los niños son iniciados por sus padres y parientes.
De esta manera, la escuela rural formará sujetos solidarios y participativos, que sepan respetar y valorar la diversidad de cualidades humanas y las utilicen en la búsqueda de un beneficio común.

Escuela rural y escuela urbana

A veces, equivocadamente, se sobrevalora la escuela urbana y se menosprecia a la escuela rural. Se supone que las limitaciones de ésta provienen del hecho de no parecerse a aquélla. Esto no es exacto. La escuela rural tiene una importancia propia, que no proviene de parecerse o diferenciarse de la escuela urbana.
1. Aspectos que comparten
    a) La escuela urbana y la escuela rural forman parte de un mismo sistema educativo nacional. Por lo tanto, responden a una misma política educativa, a principios y objetivos nacionales comunes. Ambas deben brindar oportunidades de educación a niños y jóvenes, sean de la ciudad o del campo.
    b) Una y otra deben adecuar objetivos y programas comunes, a realidades particulares. Es necesario que den respuestas eficaces a las necesidades e intereses concretos de los alumnos, sus comunidades y su entorno natural. Por lo tanto, no es sólo la escuela rural la que requiere adecuar la estructura curricular básica a las características propias del medio. También debe hacerlo la escuela urbana.
2. Particularidades de la escuela rural
    a) Por las características naturales y sociales de las zonas rurales, la escuela tiene mayores posibilidades de estructurar su programa educativo en estrecha interrelación con su entorno natural y social. Puede aprovechar el contacto directo y diario que los niños y jóvenes tienen con su medio, los conocimientos y experiencias que adquieren mediante su participación en la vida productiva y las diversas formas de socialización que forman su identidad.
    b) La escuela rural tiene variadas posibilidades de crear espacios pedagógicos al aire libre, basados en la observación directa y en la relación cercana a las actividades productivas y socioculturales de las comunidades. De esta manera, la socialización escolar se complementa y enriquece, directa y prácticamente, con los otros procesos de socialización de la vida comunal campesina.
    c) Por las características organizativas de las comunidades campesinas, por los principios que rigen su vida familiar y comunitaria, la escuela debe buscar formas y mecanismos de participación comunal.
    d) La cultura rural es rica de valores sociales y humanos que no deben ser estandarizados por imposición de un sistema rígido. A su vez, los niños deben conocer la evolución del progreso en un intercambio cualificado, respetuoso y comprometido.
En muchas comunidades campesinas ya existen organizaciones formales que reúnen a los padres de familia para acordar y ejecutar obras en favor de la educación de sus hijos. Asimismo, existen formas vivas de cooperación y reciprocidad que pueden ser encausadas hacia una participación importante en la educación escolar.

Los profesores rurales

En las escuelas rurales, profesores y profesoras, día a día llevan a cabo una esforzada labor. Sin embargo, muchas veces, pese a su buena voluntad y dedicación, no todos ni siempre consiguen los resultados esperados.
La calidad y eficiencia de la escuela rural puede mejorar notablemente, si el entusiasmo, la buena voluntad, la imaginación y los esfuerzos generosos de los profesores rurales son debidamente aprovechados y encausados hacia el logro de su misión.
Para esto se requiere mejorar sustancialmente el desempeño docente en los siguientes campos:
  • formulación de objetivos educacionales.
  • diversificación de contenidos para adecuar la estructura curricular básica a las características y necesidades del medio rural local.
  • metodología de la enseñanza que tome, como punto de partida de nuevos aprendizajes, al niño campesino con su cultura, su lengua, los conocimientos que adquiere en su vida familiar y comunal, la experiencia viva de su medio ambiente y las prácticas sociales de su comunidad.
  • dinámicas grupales para el aula y al aire libre.
  • metodologías y sugerencias para pequeños proyectos escolares, en los que se desarrollen aptitudes prácticas y cuyos resultados sean de utilidad para la vida diaria.
  • elaboración de material didáctico con elementos del medio, que además de ser de bajo costo puedan ser realizados con la participación de los mismos alumnos, a fin de desarrollar su imaginación, creatividad y habilidades manuales e intelectuales.
  • criterios y métodos de evaluación del aprendizaje que reconozcan la validez de la diversidad cultural y de las aptitudes, y la importancia del juicio crítico en los contenidos y en las actitudes básicas.

ESCUELA RURAL PARA EL DESARROLLO

La importancia de la escuela rural cobra mayor relevancia cuando se la relaciona con las necesidades de desarrollo. Es innegable e insustituible el aporte que puede significar para:
  • el mejoramiento de las condiciones de vida de las familias y comunidades campesinas.
  • la orientación hacia soluciones propias de problemas locales, en base a la conservación, defensa y uso adecuado de sus propios recursos.
  • la preparación intelectual, moral y técnica para un activa participación en la vida social, económica y política local, regional y nacional.
Conseguir esta contribución al desarrollo sostenible del medio rural plantea a la escuela, a través de su profesorado, las siguientes exigencias:
    1) Establecer un diálogo educativo permanente con la realidad del medio en sus aspectos ambiental y geográfico, con las actividades productivas y económicas, con la vida sociocultural y con su historia. Diálogo educativo que, de manera particular, debe entablarse con las personas que conocen la comunidad porque viven y trabajan en ella. Estas personas también transmiten sus conocimentos y actitudes al niño, forman parte de su proceso de socialización.
    2) Proporcionar conocimientos científicos, formar criterios, desarrollar actitudes y destrezas. La educación responderá a las necesidades e intereses de las familias y comunidades y a los cambios que se operan en los sistemas de producción, sociales y políticos.
    3) Formar en el respeto y valoración de la pluralidad de valores y formas de conocimiento, destacando la complementariedad entre los integrantes de una sociedad y entre ésta y su medio ambiente.
    4) Orientar y formar para la solución de los problemas que afectan la vida familiar y comunal, mediante el conocimiento, defensa y aprovechamiento adecuado de los recursos naturales propios, como camino seguro hacia un desarrollo autosostenible.
    5) Establecer relaciones de coordinación y apoyo con las instituciones y organismos locales, públicos o privados, para definir conjuntamente acciones.

PARA MEJORAR LA CALIDAD DE LA ESCUELA RURAL

Si se toma en cuenta lo expuesto hasta ahora, no cabe duda sobre la urgente necesidad de mejorar la calidad de la escuela rural. Tampoco respecto a los beneficios que los alumnos y sus familias campesinas obtendrían directamente. Pero, por dónde empezar?
Para unos, el camino debe iniciarse por las grandes reformas en los sistemas educativos. Trazando los lineamentos de política educativa, implementando los procesos necesarios, capacitando y dotando de materiales a los profesores, etc.
Esta es una perspectiva correcta, pero no es la única posible. Por esperar que primero se produzcan los cambios estructurales, se puede perder de vista otra posibilidad. La de comenzar reconociendo, valorando y utilizando el potencial que encierra el actual profesorado. Este otro camino puede iniciarse de inmediato. Demanda una inversión menor y no se opone sino que preparara y va al encuentro de los necesarios cambios estructurales.

La Educación Rural en Miranda

La Educación Rural venezolana comienza según consulta realizada al ministerio de educación  el 27 de
diciembre de 1932 con la creación de las escuelas mixtas rurales
mediante una circular emitida por el entonces Ministro de Educación Rafael González decretándose, cuatro años después, “la
sección de educación Rural”, con una significación especial debido a
que se enviaron profesionales de la docencia a países como México
y Cuba para capacitarse e intercambiar experiencias.
La misma fuente señala que desde 1937 hasta 1960, cuando se
crean los núcleos escolares rurales, las únicas experiencias
importantes fueron las siguientes:
- En 1937, se da inicio a las misiones rurales en los Estados 
Cojedes, Táchira, Guarico, Nueva Esparta, Miranda, Lara,
Yaracuy, Monagas y Zulia.
- Para 1940, se define oficialmente la educación rural como área
especifica de la docencia con programas diferenciados y un
modelo para la organización escolar de los sectores rurales,
creándose las Escuelas Normales “Yocoina” en el Estado
Bolívar, “Gervasio Rubio” en el Táchira, y la escuela Normal
Rural Interamericana (ENRI), también en Rubio y hoy
transformada en Universidad Pedagógica Experimental
Libertador. (UPEL).
- En 1959, se crea un servicio especial de planificación
administración y supervisión de la educación rural en las
diferentes dependencias del Ministerio de Educación en cada
Estado.
- A partir de 1962, se crearon las Escuelas Unitarias y algunas
Escuelas Granjas y en algunas entidades del país con la
finalidad de ofrecer a la población escolar de menos recursos
condiciones para desarrollar en forma simultanea una formación académica y una preparación para el trabajo en el
campo.